sábado, 28 de mayo de 2011

El nacimiento de las leyes de la naturaleza

Las leyes que rigen el movimiento de una manzana al caer, de la Tierra o de un rayo de sol que se refleja sobre un charco de agua, ¿en qué momento nacieron?

Podría pensarse que existen desde siempre o que hubo un momento a partir del cual surgieron. La principal teoría de nacimiento del universo, el Big Bang, postula una explosión inicial creadora de la materia y la energía, del espacio y del tiempo. ¿Es éste el punto de inicio de dichas leyes?

Supongamos que así es, que como parece lógico, aquello que creó el espacio y el tiempo definió las leyes de la naturaleza que hoy nos gobiernan. Pero, si antes del Big Bang no había ley física alguna, ¿cómo pudo entonces explotar aquel punto de densidad infinita? Si había algo estático, que es ese punto infinitamente denso, tuvo que cumplir algún tipo de ley para de repente explotar. Porque si sobre algo estático no se aplica ninguna ley ese algo nunca cambiará de estado. Ese dinamismo, ese cambio de situación estable a explosión indefinida, no es sino el resultado de la aplicación de algún tipo de ley. Pero si todavía no había leyes de la naturaleza, ¿cómo se produjo la gran explosión?

La otra opción es por tanto suponer que hay leyes previas al Big Bang. Pero si el Big Bang supone la creación del tiempo, ¿cómo es posible que haya algo antes, cuando no había tiempo?

La ciencia actual defiende que antes del Big Bang no había nada y que no tiene sentido preguntar qué había antes puesto que antes no había tiempo y por tanto nada podía haber. Sugiere que la propia naturaleza cuántica hace posible que de la nada surja un universo.
Pero eso no es la definición de la nada. Si la nada tiene intrínsecamente la capacidad de generar un universo, entonces no se le puede llamar nada, ya es algo, puesto que de algún modo es el posible embrión de un nuevo universo, tiene en sí una capacidad de creación que choca con el concepto de nada.
Al menos tendrá que haber una ley (cuántica o del tipo que sea) que haga que de la nada pueda surgir algo, y si hay leyes ya no podemos decir que antes del Big Bang no había nada, porque al menos había alguna ley.

El Big Bang es una puerta cerrada a las preguntas. No se puede cuestionar qué había antes porque antes no había tiempo, no se puede preguntar por el lugar en el que algo se encontraba porque antes no había espacio. Y no se puede preguntar por las leyes de la naturaleza porque antes no había leyes.
Pero ya hemos visto la contradicción que supone creer que la nada previa al Big Bang pueda contener la capacidad de crear un universo, y que dicha creación no es sino la aplicación de alguna ley.
Algo no encaja en el modelo, hay que abrir la puerta del Big Bang y seguir haciendo preguntas.